Y ésta angustia que aparente irse, sólo parece volver con más ganas. Me deja sin aliento, falta de aire. Girar entre sábanas boqueando cual pez fuera del agua. Desespero... y sin más, prendo el velador, abro la ventana, agarro lápiz y papel. Los ruidos ensordecen y vuelvo a temblar de tristeza. La razón no cesa de buscar explicaciones. ¿Es éste aturdimiento, espejo del bullicio interno que brota y no logro aquietar?
Dejar de buscar, rendirse y sentir.
Cada hora desvelada, se ajusta como un cinto a mi garganta. No encuentro manera ni posición. No hay idea ni pensamiento feliz que logre darme respiro. La noche se vuelve eterna, insoportable, y a la vez se pasa al día como de repente, en un suspiro ahogado. Vuelvo a la luz, a moverme en automático, a sacar energías de donde no hay, bombear sangre de donde no tengo, dibujar sonrisas en el aire.
Dejar de buscar, rendirse y sentir.
2 comentarios:
Mientras sigas sintiendo, buscando, aún sin saber cómo ni por qué ni con qué fin... hay esperanza, y vida, y ganas.
Porque podemos padecer las horas y los días, estar tristes hasta quedarnos sin lágrimas, y aún así, mientras nos quejemos y gritemos y añoremos. Mientras ríamos con deseos que hoy no vemos, y con hipótesis sin confirmar. Si todo eso está, estamos nosotros, llenos de ganas y tan sólo esperando.
Un momento, un algo que nos devuelva la certeza que andamos buscando pero que nunca perdimos.
Un beso Lau
¡Esto es puro amague! Va a terminar el año y esto sigue sin actualizarse. Así no Lali, ASÍ, no! :P
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