Surrender & Feel it

2 Paracaidístas aterrizaron acá

Llorar a moco tendido, a lágrima que llueve...
Y ésta angustia que aparente irse, sólo parece volver con más ganas. Me deja sin aliento, falta de aire. Girar entre sábanas boqueando cual pez fuera del agua. Desespero... y sin más, prendo el velador, abro la ventana, agarro lápiz y papel. Los ruidos ensordecen y vuelvo a temblar de tristeza. La razón no cesa de buscar explicaciones. ¿Es éste aturdimiento, espejo del bullicio interno que brota y no logro aquietar?
Dejar de buscar, rendirse y sentir.
Cada hora desvelada, se ajusta como un cinto a mi garganta. No encuentro manera ni posición. No hay idea ni pensamiento feliz que logre darme respiro. La noche se vuelve eterna, insoportable, y a la vez se pasa al día como de repente, en un suspiro ahogado. Vuelvo a la luz, a moverme en automático, a sacar energías de donde no hay, bombear sangre de donde no tengo, dibujar sonrisas en el aire.
Dejar de buscar, rendirse y sentir.


Sin principio ni fin.

2 Paracaidístas aterrizaron acá

Hoy agrego agua, vertiente de lágrimas, al agua de lluvia.
Hoy renuevo mi lugar con palabras prestadas.
Leerlas, como leerme a mí misma,
cuando la marea sube y baja, no se sabe dónde empieza ni dónde termina.


Llorar a lágrima viva

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología, 
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.

Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad 
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.


Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.

Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día! 

Oliverio Girondo