Por qué nos caemos?

3 Paracaidístas aterrizaron acá

Hoy no tuve mejor idea que comprar terreno en el patio de mi casa. Casi casi llegando al piso de mármol que rodea mi pileta. Si, de mármol, no termino de entender qué tenían en la cabeza los dueños anteriores, y si, obviamente no es la primera vez que me sucede. Lo distinto del accidente ocurrido hace horas y gracias al cual estoy cubierta en hielo, es que no fue algo factible de suceder, solo un tropiezo torpe e inesperado. La serie de minutos que me mantuve inmóvil, mareada y sin inhalar oxígeno, detonaron lágrimas de confusión, dolor intensísimo,
tristeza y enojo.

"¿Por qué nos caemos?", supe escuchar decir a un padre consolando
a su hijo,
"...para aprender a levantarnos." fue su respuesta.

A veces nos esforzamos por demás en contenernos, parecer enteros, hacerle frente a la vida con una sonrisa y la frente en alto. Tanto que quizás cuando menos se lo espera, algo dentro nuestro convulsiona y conspira para hacernos caer, quebrarnos, herirnos... Y se me hace que escucho la voz de Merlín reírse por lo bajo y susurrar... "Bien". Él enseñaba a Arturo a percibir atento las señales que le conferían, eventos que pueden parecer incluso desafortunados para cualquiera.

Señal de caída libre la mía, atención... ¿qué habrá en el vació que me señalan?
El espíritu termina por hacernos reaccionar, usando el dolor como último recurso.