Se ha ido...

16 Paracaidístas aterrizaron acá



Alguien que me ayude a buscarlo, se ha ido
y dejó un vacío para que el mundo entero pueda ver.
Comenzó siendo el más grande,
sorprendido y orgulloso de su propio tamaño.
No cabía dentro de mi auto, no podía pasar a través de las puertas.
Pero nada de eso importaba,
por más miradas prejuiciosas que recibiera.
No había nada igual al sentimiento que albergaba,
escapaba a cualquier intento de comprensión, y eso a él le gustaba.
No dejaba de tropezar, seguía levantándose,
creciendo unos centímetros más.

Pero... qué sucedió?
Así como llegó, se fue... sin previo aviso.
Por qué los colores comenzaron a lavarse?
La lluvia ya no cae de manera delicada,
ahora son tremendas gotas incesantes.
El sonido que producen al desparramarse sobre la vida,
le recuerdan que ya no pesa lo mismo que antes.
Recorre y observa las puertas de mi casa una por una con melancolía,
recordando aquella época ahora lejana, en que solía abrirse paso
de la única manera posible... destruyendo las aberturas.

Llegó un momento en que cualquier cosa le parecía gigante,
empezaba a comprender lo que una hormiga siente
cuando nuestro paso se acerca.
Ya no existen los ojos para él, dejó de ser si quiera un "él"...
Pasó a ser invisible, dejó de ser perceptible.
Qué hacer? No queda mucho por hacer...
Cuando la decepción llega e invade,
no hay más remedio que marcharse.
Dicen por ahí que aquel que viaja solo, busca algo que ha perdido,
busca en algún desconocido un atisbo
de lo que alguna vez lo llenó de júbilo.
Algo que acelere el olvido, que el paso cansado del tiempo promete.

Aún tengo esperanzas de que alguien lo encuentre.
Quizás se hizo amigo de la libertad,
no creo que tenga intenciones de regresar.
Aún guardo sus cosas en un cuarto de mi casa.
Si llegas a ver a mi corazón, si lo encontras... decile que lo extraño,
no creo durar mucho más en su ausencia.
Y si lo traes de vuelta, no permitas que adelgace
ni se marche una vez más.

There's traffic in the sky

1 Paracaidístas aterrizaron acá



Y no parece mejorar...

Mientras ellas se amontonan y mezclan sus naranjas
en la paleta del ocaso, me siento esperando que del tumulto,
alguna respuesta encuentre suficiente aire,
para susurrarme al oído...

Y no logro contener las lágrimas, que por un momento
parecen ahogarme, pero en cuanto caen precipitadamente
comienzo a perder peso...
Se llevan mis angustias y dejan solo vacío.

Es que no entiendo, nada parece tener sentido...
No encuentro razón de ser al tiempo, ni al tuyo ni al mio.
Lo único que siento seguro, es perderme en tus brazos.
Es ahí donde las agujas del reloj, mareadas...
Se bajan a pedir direcciones.