Bueno o malo?

4 Paracaidístas aterrizaron acá

No aprendo más.
Aprendí a hablar, ahora cómo callar?
Callar para No tener que escuchar.
Palabras que resuenan en huecos recónditos.
¿Qué es ser "buena persona"?
El bien y el mal, qué delgada línea los separa.
¿Qué significa la bondad? Dejarse pisotear...
Respondería el equilibrio, la equidad, el balance.
Capacidades difíciles de adquirir.
Y aún así escapa a nuestros sentidos.
Gobierna el ser, el que no lo es, incluso el propio dilema.
¿Qué implica ser "buena persona"?
Resuena insistente.
Pero todo lo que sube tiende a bajar.
Pérdida de humanidad, de empatía para con mis pares.
Mejor no sincerarse al respecto, o andar divulgándolo.
La fortaleza quizás no venga sola.
Escuché que la acompaña su soledad.

El fin del inicio

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La tan ansiada espera por verte florecer,
finaliza abrupta y sin piedad.
Para qué verte natural en libertad,
admirarte y disfrutarte en intimidad.
Si puede arrancarte la vida en un instante
y conservarte cual trofeo de alta reputación.
Qué irónico tiempo, aguardar tu nacimiento,
y sin dudarlo cortar tu reciente palpitar.
Me compadezco de tu frágil belleza,
es tu inocencia indefensa aquel noble valor
que permite tu hurto inimputable.
Derramar tu sangre,
perfumar su casa.
Quitarte el aire y la luz,
ostentar su aprecio por otros,
esconderse egoísta en su ser.

Waiting for something

3 Paracaidístas aterrizaron acá

Inquieta,
intranquila,
impaciente.

No se qué es,
pero lo espero.

El pensar
incesante,
no me deja en paz.

Retomar mis teclas,
alegre comodidad.

Cuánto tiempo más?
Más... quiero más.
De qué?

Buena pregunta...
QUÉ?

El temor más grande,
autoboicot!

Me consuelo a mi misma,
tener fe, paciencia...
Fluir.

Coraje ante el desafío de vivir.
Se sigue...

Coraje aún sin contención,
he de seguir.

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2 Paracaidístas aterrizaron acá

Siete días cargando energías,
conté mis demonios
y los hice a un lado.

Hoy el cambio marca su paso más firme,
no todo está perdido me cantan al oído.

Con los pies en alto respiro profundo,
se extraña el silencio propio
ese tan mío y tan de nadie más.

En mi cabeza retumba la ironía,
atornillo mi sonrisa en público
para retornar a la acogedora soledad.

Desde afuera observan con otros ojos,
qué recarga de energías! qué de lado estos demonios!

Escalofríos me estremecen,
cerrar los ojos... lágrimas en caída libre
sensaciones extrañas.

Algo está cambiando, si.
Estén atentos a las señales,
mientras relojeo el vapor de este yerbeao...


I'll be counting up my demons
hoping everything's not lost

Que no nos mate, bien muertos.

5 Paracaidístas aterrizaron acá


Cargo un peso muerto,
dame aire para respirar.

Cargo un peso muerto,
y me voy al piso antes que termine el round.

Cargo un peso muerto,
sofoca, vive para torturar.

Cargo un peso muerto,
se repite y se repite sin final.

Cargo un peso muerto,
el ahorque que más aprieta la yugular.

Cargo un peso muerto,
aprovechar instantes de paz.

Cargo un peso muerto,
cual sordo que demanda explicación.

Cargo un peso muerto,
como claustrofóbico en un ascensor.

Cargo un peso muerto,
yunque quebrando las teclas de mi piano.

Cargo un peso muerto,
columna ahuecada... no soy tu relleno!

Cargo un peso muerto,
rodilla trabada, mandíbula en tensión, pie plano, espalda débil, hombro tieso, cadera dispar.

Cargo un peso muerto,
luchar contra la enfermedad.

Cargo un peso muerto,
lo que me toca, ni menos ni más.

Cargo un peso muerto,
y vos... ¿qué cargas?

Despacio... Espacio, De ESPACIO!

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Me hacen parir cada fin de semana.
Entrenamiento... hasta qué punto?
Despojada de espacio, invadida.
Esa dulce voz me recita al oído sólo porque sea un pez grande en un estanque pequeño, no significa que haya ganado, luego puede venir otro pez aún mayor...
Espacio personal, materia virtual que separa y circunscribe un cuerpo a diferencia de otro.
Aire para respirar.
En más de mil situaciones te gritaría en la cara RESPETA-M-E!!! [Mi Espacio] Reírme en tu cara, quebrar y caerme al piso.
Es trillado y sale de tantas bocas, pero aún así "No se puede forzar a amar". No con tu historial de destacada ausencia.
Qué sentido tendría pedir respeto y conciencia a alguien que no la tiene de si mismo?¿
Convertir cada incomodidad en desafío. Hasta qué punto? Vivir a merced tuyo...
PASO!!! Perdete! Es-paciate! Es-paz lo que busco.
Esa dulce voz de nuevo esperaste una vida entera para sentirte bien... ahora mis pies no tocarán el suelo.
Intentar hacer hábito de esa búsqueda, buscar mi centro si me lastimas, si me enfurece, si se me tensa la mandíbula, si me hierbe la sangre y brotan mis lágrimas.
Buscar-me, absorver y resolver batallas...
VER para creer? No tan literal yo diría. Si lo SIENTO, existe más bien.
Ahora lo siento y me cuesta creer, sólo unos grados sube el calor de mi piel en campo de batalla.
Surte efecto, mi causa de batallar por la paz.
Se oyen sirenas a lo lejos, pasan los bomberos de largo.
Este viento puede llegar a lugares recónditos y avivar o aliviar cualquier chispa en verde seco.
De este lado de la ciudad el calor disminuye,
causa y efecto.
Fuerza bomberos,
que del otro lado gritan fuego!

Sin concepto ni rima, sólo aroma.

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Retomar letras,
agarrar tinta y papel.
Tres libros inconclusos,
menos uno, son dos.
Julito siempre firme,
Deepak cada tanto necesario.
El tercero regalado,
no hay caso, dentadura que encandila.
Retomar rimas,
aunque no suenen ni por la nariz.
Un cuarto libro,
como llegó se acabó.
Faaa... esa rimó!
Marquéz y su náufrago,
mi leer duró menos que su sufrir.
Sal, sol, gaviotas, tiburones,
y esto sigue sin rimar... ay la mar la mar!
Septiembre trajo su aroma intoxicante,
jazmín, agua y trueno.

Hacer pasar por verso a mi prosa es solo excusa, quiso salir encolumnada, y acabó con buena base. Fue inevitable, la noche invitó a hilar palabras. Quisiera poder encapsular el aroma a jazmines regados con lluvia. Riego tímido, inicio de temporada de temporales primaverales. Esta noche no hubo libro que leer, esta vez cambié letras impresas por recién entintadas. Fueron más las ganas de libertad... Pero de qué estamos hablando? Hay rejas por doquier. Será culpa de mis jazmines, es esa briza que trae sus mensajes ricos en dulce esperanza. Y me pregunto a qué voy con todo esto. Verás, me contesto, es un sábado de noche húmeda y joven, mientras escribo para volar, leo para soñar, pienso y no quiero pensar, mi cárcel no me rodea... pienso y soy mis propias rejas.


De atrás para adelante I

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No es la primera vez que me río de mi misma al abrir este cuaderno y ver, como deliveradamente empecé a escribir y marcar sus hojas casi al último, casi suponiendo de antemano lo que siempre me sucede: empezar algo con emoción para después continuarlo con terquedad, por el simple hecho de no querer abandonar algo que en un principio parecía tan importante para mi.
El esfuerzo, eso que para los seres humanos es tan necesario para lograr todo aquello que uno se propone. Eso que varios libros leídos intentan dejar de lado, ante algo aún mas poderoso: la intensión, el deseo. Poner en marcha proyectos mentales y dejarlos en manos del universo, esa idea me estremece, me llena de esperanzas y de un calor interno que me hace sentir un poco menos pequeña, en un mundo no tan inmenso.
Las costumbres son difíciles de vencer, pero... no hay nada imposible si uno se lo propone. Con mi taza de mate cocido en la mano, recordándome ese calor interno, cuento las hojas entintadas de mi cuaderno, de atrás para adelante. Qué mezquina actitud la mía, solo las últimas diez fueron destinadas a ordenarme y escribir con el alma. Pero claro, el papel se acaba diciendo...







Fingir cual mimo por fuera,
por dentro... ojos que azules
se tiñen de lágrimas.











Ahora veo como diez hojas más hacia adelante seguí practicando esta especie de catarsis, con el tiempo menos aniñada, con menos forma de diario y más metáfora, humildes poesías y tristes rimas. Aquel mimo, cada vez más consciente de su mímica, decidió algo inconsciente observar esos ojos, saborear esas lágrimas, y entintar estas hojas de atrás para adelante.

Por qué nos caemos?

3 Paracaidístas aterrizaron acá

Hoy no tuve mejor idea que comprar terreno en el patio de mi casa. Casi casi llegando al piso de mármol que rodea mi pileta. Si, de mármol, no termino de entender qué tenían en la cabeza los dueños anteriores, y si, obviamente no es la primera vez que me sucede. Lo distinto del accidente ocurrido hace horas y gracias al cual estoy cubierta en hielo, es que no fue algo factible de suceder, solo un tropiezo torpe e inesperado. La serie de minutos que me mantuve inmóvil, mareada y sin inhalar oxígeno, detonaron lágrimas de confusión, dolor intensísimo,
tristeza y enojo.

"¿Por qué nos caemos?", supe escuchar decir a un padre consolando
a su hijo,
"...para aprender a levantarnos." fue su respuesta.

A veces nos esforzamos por demás en contenernos, parecer enteros, hacerle frente a la vida con una sonrisa y la frente en alto. Tanto que quizás cuando menos se lo espera, algo dentro nuestro convulsiona y conspira para hacernos caer, quebrarnos, herirnos... Y se me hace que escucho la voz de Merlín reírse por lo bajo y susurrar... "Bien". Él enseñaba a Arturo a percibir atento las señales que le conferían, eventos que pueden parecer incluso desafortunados para cualquiera.

Señal de caída libre la mía, atención... ¿qué habrá en el vació que me señalan?
El espíritu termina por hacernos reaccionar, usando el dolor como último recurso.


Saborea tardes de verano

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Retomando en este 2010, el arte de descomponer paisaje
en escena, imagen en letras, palabras en metáfora...



En un parpadeo, aleteo de mariposa
su esencia cambia,
cielo y nubes se transforman
mimesis del color de su mirada.

Mezcla témperas, crayón y acuarelas
un chaparrón bautiza este lienzo,
la briza húmeda, fresca
deja capas translúcidas superpuestas.

Viajes de espuma ante sus ojos
se enriedan en cables de alta tensión,
forma y contraforma se estampa
sobre la bóveda de fondo.

Copas verdes poco a poco
dibujan siluetas a contraluz,
un atardecer más que se anima
y divide el firmamento en dos.

Y se diluye, se retira
la deja deseando correr su ventana,
y junto a la inocencia principesca
observar una vez más, al sol dar paso a la luna.

...solo unos metros bastaría
en aquel otro planeta...