Lo curioso fue luego preparar mi desayuno, y encontrar una semilla en la naranja que me disponía a comer. Pero no cualquier semilla... Ésta luchaba por no desprenderse del fruto, enredada por el brote que se abría paso desde el interior y se aferraba a los gajos de su naranja. Me quedé inmóvil observando la pequeña pero corajuda semilla, sin poder evitar relacionar el descubrimiento con mi reciente sueño.
Tenía que plantarla. Con la poca idea que tengo sobre botánica, hice lo mejor que pude.
Mientras desayunaba meditaba sobre la semilla y sobre los posibles significados de lo que había soñado. Una de tantas teorías dice que en un sueño, cada personaje o elemento, es una parte de la propia psiquis del soñador. Quizás mi propio Ser, que ha sufrido intensos temblores recientemente, esté representado por esa pequeña planta, que aunque se siente chiquita, indefensa y sin sustento; con los debidos cuidados y mucho cariño, sigue su lucha por crecer.
Aunque duela, como estar en plena cirugía a corazón abierto, algo nuevo y lleno de luz siempre emerge. Porque acá estoy y seguiré estando, para re-plantar(me), cada vez que un sismo sacuda las raíces y resquebraje la tierra, cuidar del valiente brote, y verlo crecer.
"You don't have to see the whole staircase, just take the first step."
- Martin Luther King